Los fibromas uterinos o leiomiomas son tumores benignos del útero que suelen aparecer durante los años fértiles. No están asociados con un riesgo mayor y casi nunca se desarrollan en un cáncer.
Están formados por células musculares lisas, fibroblastos y otros materiales que crecen dentro o sobre la pared del útero o la matriz. Además, no tienen un tamaño fijo: pueden ir desde plántulas indetectables hasta masas algo más grandes que pueden afectar al útero.
¿Cuáles son los síntomas de los fibromas uterinos?
Muchas mujeres padecerán esta enfermedad a lo largo de su vida, pero en la mayoría de los casos no se darán ni cuenta ya que no suele tener síntomas. Sin embargo, hay otros en lo que sí que se exterioriza en modo de dolor o sangrado anormal. A veces, puede llegar a dificultar la posibilidad del embarazo.
¿Cuándo se debe ir al médico?
Es recomendable ir al médico cuando existe un dolor pélvico persistente, cuando la regla es abundante, dura más de una semana y/o es muy dolorosa.
Otro síntoma de alarma son los sangrados entre ciclos y muchas ganas de orinar (dificultad para vaciar la vejiga).
¿Cuáles son las causas?
No se sabe las causas concretas, sin embargo y gracias a años de investigación, se han podido concretar algunas.
- Cambios genéticos
- Hormonas: En este caso se debe a dos: estrógeno y progesterona. Son las que se encargan de estimular el desarrollo del revestimiento uterino durante cada ciclo menstrual como una preparación para el embarazo, parecen provocar el crecimiento de los fibromas.
Fibromas uterinos y el embarazo
Normalmente no suelen tener ningún tipo de efecto negativo sobre el embarazo, sin embargo, sí que existe un tipo, los fibromas submucosos que pueden causar infertilidad o pérdida del embarazo.
También pueden aumentar el riesgo de sufrir ciertas complicaciones como desprendimiento de placenta, restricción del crecimiento fetal y parto prematuro.
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